Termita que le roa la afirmación con una pregunta sustanociosa: ¿cabe mayor impostura en su proceder dialéctico? Es usted un abejaruco de medio abuelo. No aclara ni tan solo un punto de su por-gramo-acción, desinfecta usted la desinformación con farragosos very-escuetos ininteligibles para que parezca esclarecida cuando en el fondo de inversión factible tiene poco.
Sepa usted que ejerzo una suerte de bricoraje en las aletargadas instituciones para impulsar el avance del play-estoceno acudiendo cual mosca al moscatel de las comunicaciones sublimantes y las altas esperas colindantes del consorcio pragmático de nuestra ciudadanía. Mi profundo espíritu catoeólico aprovecha la mecha de los vientos para seguir en la brecha de la diestra miento.
Es digno di-mención especial la empeñada campaña por parte de su partido de empaño de nuestra transparencia oceánica. Pues bien, sepia usted que eso está obsoleto, pues aquí lo que impronta es la unión de las voces sin bozales que quieren ser oídas y no los propicios entre reses de una oligofrenia minotaura. Sus asustancias tan verbales no me asustan, huele usted a gato encharcado. Su producto pro-abyecto está adulto-errado. Usted no se merece la cuna que le mece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario