Desde aquí propongo un nuevo refregandum independiente que instaure la virginidad política colonizadora de almas. Aseguro dosis de coherencia y sentido del deber, del haber, del ridídulo y del común.
Para mi partido, el Partido en Dos, no existe la frustración, pues nuestro nivel de implicación implosiona en relación directa con la efusividad de la efectividad comprobada en los últimos acontecimientos experimentados en el movimiento 15-M (Quienseme-acerque-voy-a-hacer-que-tome-conciencia-dersu uzala).
Así las costras, les emplazo a un plazo de inflexión personal que no exceda de los 10 días para seguir pensando sobre este cambio que va de la mano de todos y es a nómina.
No hay talón de Aquiles: aquí les traigo el talón. Hay che-qué-onda. Hay compropiso. Hay implicocción.
Hay, no más de lo mismo, sino mucho más de lo mismo. Progreso -insisto- progreso estamos aquí.
Saludos coloquiales y sabrán de mí más tarde pájaro en pronto presidento votando.
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